💜CHOCOLATADA NAVIDEÑA – RECOL ONG 💫

En el barrio de Villa María del Triunfo, en la ciudad de Lima, vivían muchas familias humildes que luchaban por sobrevivir día a día. Entre ellas, un grupo de madres decidieron unirse para formar la Olla Común Madres Luchadoras, una organización que brindaba alimentos a las personas más necesitadas del barrio.

A medida que se acercaba la Navidad, las madres luchadoras sabían que querían hacer algo especial para las familias del barrio. Fue entonces cuando se les ocurrió la idea de organizar una chocolatada navideña para todos los niños y niñas del barrio.

Las madres luchadoras empezaron a hacer llamados por las redes sociales y por las calles del barrio para pedir donaciones de chocolate, leche, panetones y galletas. Fue entonces cuando la ONG RECOL se enteró de la campaña y decidió colaborar con las madres luchadoras.

La ONG RECOL, una organización dedicada a apoyar a las comunidades más vulnerables de la ciudad de Lima, contactó a las madres luchadoras para ofrecerles su ayuda. Les brindaron los insumos necesarios para la chocolatada, así como también les ofrecieron su tiempo y esfuerzo para hacerla posible.

El día de la chocolatada, las madres luchadoras se despertaron temprano para empezar a preparar todo. Los voluntarios de la ONG RECOL llegaron poco después para ayudar con la organización del evento. Juntos, trabajaron duro para que todo estuviera listo para el momento en que los niños y niñas del barrio llegaran.

Cuando llegó la hora de la chocolatada, los niños y niñas del barrio empezaron a llegar poco a poco. Sus ojos se iluminaron al ver las mesas llenas de chocolate caliente, panetones, galletas y juguetes que habían sido donados por la ONG RECOL. Los niños y niñas se formaron en fila, ansiosos por probar las delicias que les esperaban.

Mientras los niños y niñas disfrutaban de la chocolatada, las madres luchadoras y las personas de la ONG RECOL se encargaban de servirles y de asegurarse de que todos recibieran lo que necesitaban. La alegría y el agradecimiento que se reflejaban en los rostros de los niños y niñas hicieron que todo el esfuerzo valiera la pena.

Al final del día, las madres luchadoras y las personas de la ONG RECOL estaban agotados, pero felices. Sabían que habían hecho una pequeña diferencia en la vida de los niños y niñas del barrio, y que habían sembrado la semilla de la solidaridad en el corazón de la comunidad.

La ONG RECOL decidió seguir colaborando con las madres luchadoras para próximas actividades.

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